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Esconder objetos de uno mismo

Hafer-Venus
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Esta semana, aprenderás a trabajar con las leyes de la formación de la memoria y a reforzar tu poder de memoria de forma significativa y con éxito. Para ello, practicaremos colocando un objeto en un lugar desconocido y volviéndolo a encontrar cuando sea necesario.

Ejercicio

  • Coloca conscientemente un objeto de uso frecuente en un lugar poco habitual.
  • Observa el lugar y la colocación del objeto.
  • Imprime esta imagen en el ojo de tu mente.
  • Suelta conscientemente el objeto y aléjate de él.
  • Cuando lo necesites, recuerda el lugar y busca el objeto.
  • Diviértete haciendo este ejercicio.

 Consejos

  • Prueba el ejercicio con un objeto que uses habitualmente, como un tubo de pasta de dientes. Puedes colocarlo en un lugar nuevo cada día. Tus llaves, por ejemplo, puedes incluso esconderlas en diferentes bolsillos.
  • Empieza con objetos sin importancia y no con tus gafas o medicamentos.
  • Escóndelos en los lugares que visitas con frecuencia.
  • Tómate un tiempo por la noche para repasar el ejercicio. Si te has olvidado de hacerlo, no te preocupes. Pero decide conscientemente si lo harás o no al día siguiente.
  • Si al principio no lo consigues, inténtalo, inténtalo y vuelve a intentarlo.
  • Recuerda: lo más importante de este ejercicio es crear una imagen interna del entorno del objeto. Y luego dejarse llevar.

Ejecución

  • El primer paso es captar conscientemente el pensamiento de que has colocado el objeto en un lugar determinado.
  • El segundo paso es formar una imagen clara en tu mente de todo el entorno. Tómate tu tiempo para absorber todos los detalles que lleguen a tus sentidos, incluidos los sonidos, las temperaturas, los ángulos, los colores. Analiza todos los detalles posibles, también del propio objeto (si está tumbado, en qué ángulo, etc.).
  • Cuando hayas practicado esto unas cuantas veces, inténtalo de nuevo pero esta vez observa todos los detalles en un instante. Dedica sólo de tres a cinco segundos muy intensos y luego aléjate lo más relajado posible.

Resultado

  • Sentir la alegría, el asombro, el alivio y la gratitud que se produce cuando encuentras y retomas el objeto, fortalece tu memoria en el largo plazo.
  • Si haces de este proceso un hábito, trabajas con las leyes de la formación de la memoria y fortaleces tu poder de memoria de forma significativa.
  • Aprendes a sumergirte en una acción. Luego, a ser capaz de dejarla a tu inconsciente. Haciendo esto fortaleces tu voluntad y aumentas tu capacidad de acceder a la memoria cuando sea necesario sin estrés.


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